Tras la acción corrosiva del ácido durante un tiempo determinado en función de la potencia del mismo (medida con un medidor de ácido), la temperatura ambiente y el grado de intensidad que deseemos imprimirle al dibujo, se saca la plancha del baño y se retira el barniz con disolvente.
El dibujo ha quedado grabado y ya no queda más que realizar los retoques. Así pues, se aplicará el barniz para retocar sobre la plancha. Esta se puede volver a grabar en los lugares que se desee siguiendo el mismo proceso ya descrito.
Este barniz se aplica en frío con la ayuda de un pincel. Es de secado lento y permite ver el dibujo de base.
75 ml.
